jueves, 30 de septiembre de 2010

Curiosidades

Me gustan las curiosidades, las pequeñas historias dentro de las grandes historias que forman la Historia. De hecho, si me conoces en persona (seguro que sí, si no mira un poco más abajo la entrada titulada “No me lee ni Perry”), es probable que te haya contado alguna de las pequeñas curiosidades que tanto me gustan. Así es que me he decidido a escribir en el blog a los poquitos todas las curiosidades que conozco, para poder compartirlas con un público más amplio (sí, ya xD) y que también vosotros disfrutéis aprendiendo y compartiendo esos pequeños detalles que hacen de la Historia, de la Ciencia, de la Música, y de la Vida en general, el mismo ladrillo, pero al menos un poco más ameno. Queda abierta la nueva (y no sé porqué digo nueva, cuando es la única) sección de mi blog: Curiosidades.
Y empezamos con:

¿Por qué Napoleón no pudo conquistar Rusia?



Os recomiendo el monólogo de Raúl Cimas titulado “Ridículos”, el cual pongo más abajo, para hacerse una idea de forma hilarante de cómo pudo ocurrir éste hecho. Le Petit Caporal (apodo que le pusieron sus soldados) llevaba conquistado medio mundo cuando puso sus ojos en Rusia. “Mola” debió pensar, “allá que voy”. Pero se chocó contra un muro. El muro de la climatología. Y es que las tropas de Ogro de Ajaccio (como era conocido en algunas monarquías europeas) no estaban acostumbradas a las bajas temperaturas con las que se encontraron, y poco a poco, fueron muriendo de frío. Pero ésta explicación queda incompleta. ¿Fueron tan estúpidos los franceses de dejarse morir de frío sin abrigarse más? Lo cierto es que no. Lo fueron por otro asunto. Y es que para terminar de explicar éste hecho tenemos que buscar la respuesta en la moda, en la logística y en… la Química.

Efectivamente, en la Química. Todo vino porque aquél a quien se le encargó diseñar los trajes y casacas del ejército de Napoleón, pensó que sería más bonito y sobre todo, más barato, confeccionar los botones de la ropa de un material bien conocido por todos: el estaño. El estaño es resistente, barato, y reluciente. A primera vista, parece ideal para la confección de botones. Éste estaño del que hablamos, es al que más acostumbrados estamos y se llama “estaño blanco”. Se trata de la conformación beta del metal (Sn – β), que se encuentra a temperatura ambiente. Sin embargo, tras una exposición prolongada a temperaturas inferiores a 14,2ºC (y no nos olvidemos de que en Rusia ésto es muy común a lo largo de todo el año), el Sn-β cambia su conformación a Sn-α (conformación alfa), la cual es conocida como “estaño gris”. Ésta nueva conformación tiene unas propiedades completamente distintas, entre ellas destaca su fragilidad.

No es de extrañar entonces, que los botones de los soldados empezaran a romperse, y tuvieran que batallar a pecho descubierto. Esto, unido a que los rusos (que no son tontos) se replegaron hacia Siberia, donde bien cargados de vodka podían aguantar sus bajas temperaturas mientras que los franceses caían como moscas, hizo que Napoleón tuviera que abandonar la campaña en Rusia y volver cabizbajo a casa.



Nunca olvidéis que por muy grande que seas (si bien Napoleón era un retaco), hasta la cosa más insignificante puede hacerte fracasar. Pon atención a todos los detalles, por pequeños que parezcan.

Monólogo de Raúl Cimas, "Ridículos" (Parte 1)
Monólogo de Raúl Cimas, "Ridículos" (Parte 2, aquí es dónde habla de Napoleón)